La selección argentina logró una victoria ajustada por 1-0 ante Chile en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, pero el gran protagonista de la noche no fue el autor del gol ni el resultado final, sino el joven Franco Mastantuono, quien con solo 17 años y 295 días hizo su debut oficial con la camiseta de la Albiceleste.
Con esta aparición, Mastantuono superó a Lionel Messi, que había debutado con Argentina en 2005 a los 18 años y 54 días, para convertirse en el jugador más joven del siglo XXI en representar a la selección mayor. Solo Diego Armando Maradona, quien debutó a los 16 años, sigue por delante en la historia.
Tras el encuentro, Lionel Messi no tardó en pronunciarse y le dedicó un mensaje lleno de humildad y cariño al joven talento: “Los récords están para romperse, y más aún si es por jugadores como Franco. Le deseo lo mejor en este hermoso camino. Lo más importante ahora es mantener la humildad, seguir aprendiendo y disfrutar de jugar para nuestra selección.”
Mastantuono, actual jugador de River Plate y en la mira de clubes europeos como Real Madrid, fue ingresado en los minutos finales del duelo ante Chile por decisión del técnico Lionel Scaloni, quien está aprovechando la clasificación anticipada al Mundial para probar nuevas variantes.
En los 11 minutos que estuvo en el campo, el juvenil tuvo una participación destacada: completó el 100% de sus pases, realizó 2 regates exitosos y ganó 3 duelos individuales, según los datos de SofaScore. Aunque no generó situaciones claras de gol, dejó una gran impresión por su madurez y movilidad en un contexto de alta exigencia.
Este debut se suma a una larga tradición de jóvenes promesas que han tenido su oportunidad en la selección argentina, pero no todos han logrado aprovecharla. Con la atención de los medios y las expectativas de los hinchas sobre sus hombros, Mastantuono tendrá que seguir trabajando para estar a la altura de nombres como Messi o Maradona.
Por ahora, el mensaje del propio Messi es el mejor impulso para que el joven talento mantenga los pies en la tierra y el corazón en el escudo. Su camino recién comienza, pero ya lo hace con el respaldo del más grande.